

Los veterinarios clínicos han dependido siempre del conocimiento del comportamiento para diagnosticar y tratar animales, ya que frecuentemente es el cambio de conducta el que alerta al dueño de la presencia de algún problema médico. En los últimos 10-15 años, en la profesión de veterinaria ha aumentado la importancia del comportamiento animal y del bienestar psicológico.
En este enlace, podéis leer el libro completo.